miércoles, 2 de diciembre de 2009

EN PLENA DEMOCRACIA ARGENTINA

"Hay más de 300 desaparecidos, no sabemos dónde están"...

El titular de Red Solidaria, que busca 158 personas, se mostró feliz por la aparición de Federica y sigue con la intensa búsqueda de los Pomar y Sofía Herrera.

Por su parte, Missing Children espera tener paraderos de 152 chicos.

Cada vez desaparece más gente en la Argentina y Juan Carr, titular de Red Solidaria, habló en exclusiva con Canal 26 sobre este tema.

A horas de la aparición de Federica, Anconetani, la nena de 12 años que estaba desaparecida en Boedo, manifestó su alegría por el trabajo en conjunto que encontró a la menor.

“Como venimos con la familia Pomar, Sofía Herrera, Fernandita Aguirre, Florencia Penacchi, Julio López, o Christian Schaerer, yo la verdad que tengo una alegría enorme... pasaron tantas horas, la angustia nuestra era enorme y ahora hay lugar solo para celebrar y habrá conclusiones para sacar”, dijo Carr.
“Quiero rescatar como una comunidad se movilizó, se comprometió.

Como acompañaron los gremios docentes, la comunidad educativa, los padres”, agregó y destacó la labor en conjunto porque “en otros casos va bajando la tensión y el compromiso y eso sí me preocupa.

Aquí, esa comunidad junto a los comunicadores se movió, se movilizó y con ese compromiso, la alegría del encuentro”.

El titular de Red Solidaria dijo:

“Tengo en estos días tan duros esa alegría, terminó bien.

La comunidad hizo lo que tenía que hacer la Argentina:

Pararse, detenerse cuando un hijo nuestro no se sabe dónde está”.

La desaparición de Federica generó muchas dudas e incertidumbre.

“Tenemos que ver cómo una chiquita de 12 años, 48 hs en una de las ciudades más importantes del mundo, nadie sabe donde está”, destacó Carr.

Además, el titular de Red Solidario se quejó porque a los padres “les dijeron que tenían que esperar cinco días para hacer la denuncia”.

Sin embargo, los medios periodísticos difundieron el rostro de la pequeña que era buscada:

“Por suerte los medios apoyan.

El gran volante es la televisión, la imagen de la televisión, multiplicó”.

Fue por verla en la tele que dos chicas la vieron en la calle y la llamaron por su nombre, ante lo cual, Federica se dio vuelta.

“Una o más personas saben lo que pasó, saben lo que pasa pero no rompen el silencio y eso es macabro.

Estas chicas no hicieron silencio, se movilizaron... y de vuelta ese abrazo de la mamá y de esa abuela con Federica que es motivo de alegría”, sentenció Carr.

La desaparición de tanta gente preocupa a las entidades que se encargan de buscar personas:

“No basta con mirar normalmente, hay que mirar un poco más.

Cada vez desaparece más gente. Missing Children busca 152 menores en Argentina y Red Solidaria entre jóvenes y adultos busca 158 personas, en total más de 300 argentinos que no sabemos dónde están”.

“Esa mirada distinta, salir de uno, levantar la vista, si uno duda.

Eso es lo que necesitamos, que duden, que miren.

Preferimos que el teléfono explote de gente equivocada o confundida porque se equivocó al mirar.

Lo que te angustia es que el teléfono ya no suene porque nadie busca. Necesitamos miradas y compromisos diferentes”, sostuvo.

Pero el trabajo en conjunto tiene sus frutos.

“Más del 90% de los chicos aparecen bien y más del 70% de jóvenes y adultos también”, destaca Carr.

LOS POMAR

Sobre el paradero de la familia Pomar, el titular de Red Solidaria fue prudente. “Voy a ser delicado, pero en cualquier situación de estas 312 situaciones, una persona argentina o más sabe lo que ocurrió.

Por estadística, alguien que nos está escuchando ahora, sabe algo.

En el caso de esta familia también hay testigos de lo que pasó o lo que pasa.

¿Cómo hacer para romper ese silencio?, es lo que nos cuesta tanto”, se preguntó Juan Carr.

SOFIA HERRERA

Sobre la pequeña de cuatro años desaparecida en un country dijo:

“Todos los días le mando saludos a la familia de Sofía.

¿Cómo hacen para vivir? No sé.

Hay días que están de buen ánimo y hacen una vida normal.

Se los ve frente a una cámara lo mejor posible para comunicar algo y después entran en depresiones larguísimas.

Son situaciones tremendas porque su hijo o hija no sufre una enfermedad, no tuvieron una muerte, no hay una desaparición por una razón imaginable, no hay nada.

Esa nada es tremendo para vivir”.

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