sábado, 13 de marzo de 2010

UN PUEBLO SIN FUERZAS ARMADAS

El resultado del deleznable reduccionismo es la actual situación de indefensión que padece la Nación, mientras la mayoría de los países sudamericanos intensificó sus compras bélicas.

Ante esa excursión por la Argentina virtual que fue su mensaje del lunes último en el Congreso nacional, la Presidente sorprendió con un sesgado gesto de reconciliación con las Fuerzas Armadas.

Por lo general, los discursos del kirchnerismo están intensamente impregnados de agresividad para con quienes disienten, de manera real o imaginaria, con el sentido y estilo de su praxis; pero, además de agresividad, suelen tener un fuerte contenido de cinismo.

Si hubo en nuestra historia un Gobierno que vejó de modo sistemático a los hombres de armas es precisamente éste, que hizo del revanchismo y la venganza su política de Estado en defensa nacional.

Es verdad que el peronismo fue fundado por un general de la Nación, como también lo es que ese general expulsó de la Plaza de Mayo a quienes intentaban escalar la pirámide del poder refutando, una a una, sus famosas "20 verdades".

Y es también verdad que el ex presidente Néstor Kirchner exclamó, el 25 de mayo de 2006: "Y un día volvimos a la gloriosa Plaza de Mayo", identificándose claramente con quienes habían sido repudiados por el general fundador.

Poco le importó al matrimonio presidencial que había pasado una generación entera desde el retiro, al rincón más oscuro de nuestra historia, de los sanguinarios mesiánicos del terrorismo de Estado.

La revancha y la venganza se han extendido a las nuevas generaciones que se incorporaban a las fuerzas con ideales democráticos, respetuosos de las instituciones republicanas.

Fiel a su maniqueísmo, el oficialismo ve en todo militar a un enemigo jurado de la democracia, la Constitución y las leyes que reglamentan su ejercicio.

El resultado de este reduccionismo es la situación de indefensión que padece la Nación. Mientras la mayoría de los países sudamericanos desarrolla activas políticas de defensa, los argentinos quedamos cada vez más rezagados en el equilibrio militar.

Desde 2005, Brasil destina a armamentos 10 por ciento de su presupuesto, con una inversión pico de 20.100 millones de dólares en 2008.

Chile es el primer país latinoamericano en homologar sus arsenales con los de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) y posee el mayor parque de blindados de la región.

Venezuela adquirió 100 mil fusiles Kalashnikov y en los últimos tres años intensificó las compras a Rusia, Bielorrusia, China y España de aviones de caza, de transporte y cisternas, submarinos y helicópteros.

¿Qué hace nuestro país en materia de defensa?

Destina menos de uno por ciento del producto interno bruto (PIB), lo que apenas alcanza para un deficiente mantenimiento.

Ahora que los Kirchner redescubren a Perón, sería bueno que recordasen lo dicho por alguien muy admirado por el general fundador:

"Un pueblo sin ejército no merece el respeto de las naciones", como proclamó Charles De Gaulle

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