lunes, 18 de enero de 2010

DURO REVES

Duro revés a la fortaleza kirchnerista, quedó demostrado que no son imbatibles. Noble mujer de mi patria grande la Dra. Sarmiento, que se le animó y "cayeron en tierra".

Gran fortaleza de una jueza que los enfrento sin temor porque su respaldo era la ley.

De nada sirvió tirarle un patrullero delante de su casa al mejor estilo del lejano oeste, que ni los más avezados delincuentes de alta monta utilizan para conseguir sus objetivos.

Clara y sencilla respuesta de ella: yo no lo pedí.
Su protección: su ley.

Enseguida comenzó la maquinaria detractora con toda clase de acusaciones que no caló ni siquiera en los medios afines.
Agacharon la cabeza.
Ya no.
Los gobernadores k en silencio, salvo el de siempre.

Graves presiones y apretones a la justicia para revertir esta catástrofe y nadie les llevó el apunte.
El ministro del interior desbocado con toda clase de epítetos hacia una persona noble que supo impartir justicia.
En la calle la Dra. "del fallo correcto" es proclamada ídolo.

La presidente haciendo gala de sus dislates, explicando lo inexplicable, y confundiéndose ella misma en contradicciones groseras; mejor sería que se llame a silencio.
Da pena escucharla, mejor dicho, no vale la pena oírla.

El presidente del banco central que se acantona en sus oficinas desoyendo con "causas" su destitución.
Lo echaron por haber cumplido con la ley; solamente en el universo kirchnerista suceden estas cosas.
Llueven sobre él, acusaciones desestabilizadoras sin sustento para amedrentarlo y asustarlo; este resiste.
La carta orgánica es clara.
Se desesperan por esos fondos; los buitres son ellos.

La oposición que sale en defensa de la magistrada y apoya sus fallos; pide destrabar el conflicto a través del consenso, Pichetto se niega.

El fondo del bicentenario era el gran robo del siglo.
Demasiado claro.

Primero saquearon al campo, y cuando quisieron esquilmarlo por completo alguien dijo NO.
Después fueron por las AFJP, más tarde por la ANSSES y ahora el Banco Central.
Queda al desnudo la forma de gobernar.
El impostor que amenaza y castiga al súbdito por dinero.
Añoranzas de un lejano sur patagónico.

Se volvió a terminar la plata.
¿Y ahora?
Se jugaron en tiempo de descuento para dar el gran zarpazo y esta vez salió mal.
Ya no le alcanzan los escribanos en el congreso; jueces afines están dispersos.
Legisladores genuflexos ya se animan a decir palabras, quieren abandonar el barco.

En el parlamento hay muchos responsables "que avalaron" las acciones destructivas oficiales, las tropelías y las arremetidas de este gobierno; jamás una sola autocrítica seria.
Los gobernadores que en el año 2003 resignaron el 20% de la coparticipación federal en favor del estado nacional, hoy tampoco dicen nada.

El poder absoluto, la poderosa caja, el gasto público y las fuerzas de choque crujen.
La creación fondo del bicentenario revela el fracaso de sus políticas.

Entramos en las horas de las decisiones; ¿redoblar la apuesta?
¿Otra vez el porrazo?
Quieren pero no pueden obviar el 10 de diciembre.

¿Llamar al consenso?, hay señales.
El obediente Rossi cambió hasta el tono de voz, se lo vio hasta con los hombros caídos, síntoma de cansancio.
Es posible las extraordinarias, no las descarto, dijo (acuerdos - república), nunca antes se había escuchado de su boca esas palabras.

Sr. Rossi, es exactamente así, y me alegro que lo exprese porque lo sabe, que la constitución hay que cumplirla, no acomodarla para los beneficios de cada uno;
¿ahora recién se dio cuenta?
Tal vez si la hubiesen aplicado antes no estaríamos en esta encrucijada.

Hicieron del apriete una virtud, hicieron de las leyes una sastrería a medidas. ¿Se terminó?, dependerá también de nosotros.
Dependerá de la "fortaleza de la oposición"; estos saben que no tienen ninguna franquicia para hacerse los distraídos, nos acordamos muy bien de lo que nos dijeron en sus promesas.
Es la hora de activar nuestros reclamos, pero con inteligencia.

Se escucharán en estos días nuevamente atropellos de todo tipo, habrá expresiones y presiones por todos lados, se desbocarán nuevamente para asustar, habrá negociaciones; pero lo que no habrá más es el tañer de la campana llamando para aprobar cuando quieran lo que se les antoje.
"Amen".

Raúl R. Zorzón
Productores agropecuarios
Malabrigo Santa Fe

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