viernes, 27 de noviembre de 2009

LA INSEGURIDAD QUE NO APARECE EN LOS MEDIOS

La inseguridad que no aparece en los medios, que la población vive y el gobierno niega

Todos sabemos que la inseguridad es mucho mayor que la que se muestra en diarios, en la televisión, en la radio y en todos los medios juntos.
Es la que vive la población argentina todos los días y que el gobierno niega, incluso en las estadísticas (para no variar).
La inseguridad es un flagelo que se adentró en la argentina como alguna vez lo hizo el terrorismo.

Para quitar el flagelo del terrorismo se utilizaron medios represivos que eran necesarios pero se llegó a vulnerar la dignidad y el respeto humano.

Lamentablemente, la violencia engendra violencia y, luchar contra un enemigo oculto y perverso generó una represión en muchos casos perversa.

La inseguridad es otro flagelo que se instaló para quedarse porque el gobierno no hace nada para reprimir.

El gobierno tiene la obligación de hacerlo porque la Constitución le confiere el monopolio de la fuerza pública para que sea usada en defensa del buen ciudadano.

La situación de no emplear la fuerza para reprimir genera la alteración de las normas de convivencia social que establecen las leyes y los gobernantes son las que las transgreden.

Reprimir no es una palabra prohibida.

En Argentina suena a eso.

Estamos todos equivocados.

Y, más el gobierno nacional que por temor a no tener que tener que cargar con un muerto permite que mueran anónimos ciudadanos todos los días.

¿El no uso de la fuerza pública permitiendo que los criminales, ladrones, violadores, etc. anden sueltos no es una violación a la defensa de los derechos humanos de los ciudadanos decentes?

Un caso cercano de los que no aparecerá en el diario sucedió hace instantes a la luz de muchas personas (16.30horas) del viernes 20 en plena Avenida Santa fe y el cruce con Talcahuano.

Una moto se pone en marcha, cruza Talcahuano y se detiene con el motor activo, un socio del motociclista a pie arrebata el Rolex de un turista brasilero, se sube a la moto y se alejan velozmente.

La reacción general es de impotencia colectiva.

El turista cayó en una depresión total.

Sus compañeros de andanzas, por este Buenos Aires delictivo, lo tratan de consolar.

No es un caso distinto pero, es ejemplo de muchos que no salen en el diario, en la tele, en la radio y afectan ya no una persona en particular sino aún más al país, en el extranjero.

Vivimos en tierra arrasada por la impunidad, la corrupción, el desatino, el improperio, la violencia y una inseguridad que el gobierno la mira y hasta se da el lujo de tomarle el pelo de quienes la padecen.

Reprimir es necesario para restablecer el orden perdido.

Reprimir según el diccionario de la Real Academia española significa contener, detener o castigar, por lo general desde el poder y con el uso de la violencia, actuaciones políticas o sociales.

La ausencia de políticas de seguridad, como de casi todas, que tiene este gobierno hace que no haya represión para comportamientos sociales (delictivos) que atentan contra la mayoría de la sociedad.

¿Cómo termina esta película de terror en la que la mayoría son protagonistas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario